El coreógrafo John Neumeier creó su versión de Sommernachtstraum en 1977 y la pieza ha formado parte fija del repertorio del Ballet de Hamburgo. Prueba de ello es su enfoque único, reflexivo y virtuoso del desarrollo del drama. Después de todo, la compleja mezcla de capas musicales merecería un debate aparte. La atmosférica partitura musical de Felix Mendelssohn Bartholdy para Sommernachtstraum refleja el mundo de los mortales, mientras que las piezas de órgano de Györgi Ligeti, que recuerdan a sirenas, evocan el reino de las hadas representado en la obra de Shakespeare.

La danza de los artesanos está subrayada por paráfrasis de ópera dominantes para organillo que satirizan incluso las melodías más nobles. Al igual que con las capas musicales, junto con su escenógrafo y diseñador de vestuario Jürgen Rose, Neumeier mezcla los escenarios históricos de forma inteligente. ¿Qué podría ser más adecuado para los sonidos de la partitura de Mendelsohn que un dulce decorado Biedermeier? Un olivo es un símbolo perfecto de la antigüedad, la mitología y los cuentos de hadas en uno. El Sueño de una Noche de Verano de John Neumeier siempre ha sido una maravillosa representación de un ballet clásico de larga duración realizado en la segunda mitad del siglo XX, la década de 1970 en Alemania.