Tras una ausencia de más de siete años, Gustavo Dudamel regresa al Concertgebouworkest. ¡Y de qué manera! Por primera vez, estará al frente de la orquesta de Ámsterdam con su ilustre tradición mahleriana en una sinfonía de Gustav Mahler. En relación con el resto de la obra de Mahler, la Sinfonía n.º 4 es comparativamente corta, de tono aireado y con una partitura ligera, pero no menos ambiciosa en su concepción: el movimiento final, titulado "Das himmlische Leben", es una visión infantil del cielo. Lo canta en esta actuación la soprano sueca Camilla Tilling.

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