Dukas, amigo de Debussy, era un músico dotado y atípico que se dedicaba a la crítica musical. Su obra más conocida es El aprendiz de brujo (inmortalizada por Disney en Fantasía). Fue en 1907 cuando Ariana y Barbazul, su única ópera, se estrenó con éxito en la Opéra Comique con el libretista Debussy, cuya influencia algunos denunciaron como demasiado visible y con quien compartía el gusto por la orquestación. En realidad, Dukas se apropió de una técnica muy apreciada por Wagner, el leitmotiv que le permitía caracterizar a sus personajes a través de la música, pero con un lenguaje propio: rico en sonoridades y colores, muy evocador a la hora de hacer sentir al oyente la atmósfera del castillo de Barbazul. Olvidada durante mucho tiempo, la obra resuena hoy con un eco muy contemporáneo: compuesta principalmente para papeles femeninos, es más que feminista, pues plantea la cuestión de la libertad como noción universal.