Chaikovski sabía cómo se sentía Tatyana, su heroína. Acababa de terminar la famosa escena de la carta de amor cuando recibió una misiva de su alumna Antonina Miliukova que contenía una declaración de amor tan apasionada que consideró oportuno pedirle a la joven que se casara con él, con la esperanza de "normalizar" su situación y someter su homosexualidad. Al día siguiente de la boda, intentó suicidarse... ¡la novela trágica se estaba filtrando en su vida!

Chaikovski es uno de los compositores rusos más entrañables. Su personalidad dramática, sensible y melancólica se funde con los sonidos profundamente voluptuosos de su música. Desprende una nobleza incomparable teñida de un espíritu auténticamente eslavo. Eugene Onegin, compuesta en 1879 y basada en los escritos de Pushkin, es su cuarta ópera. Nos sumerge en una profunda exploración de las emociones humanas, entre el amor, el desamor y el odio. El compositor, consciente de alejarse de las reglas habituales del género, decidió utilizar el término escenas líricas para definir una obra cuyo hilo conductor se centra principalmente en el retrato psicológico de los personajes, más que en una narración lineal tradicional. Además de la famosa escena de la carta de Tatyana, la gran aria de Lensky es uno de los elementos absolutamente esenciales del repertorio de los tenores. ¡Deslumbrante!